domingo, 21 de julio de 2013

"Quesada,un sueño";Este libro,se presentó en Quesada,el día 22,de Diciembre del año 2011.Ilustrado con mis dibujos y escrito magistralmente por mi gran amigo;Enrique Seijas Muñoz extraordinario escritor y periodista,desgraciadamente fallecido en la flor de su mas rica producción literaria.Portada e imágenes del contenido de este libro,con la Virgen de Tiscar ,patrona de Quesada y de toda la comarca serrana del entorno.Tintas y aguadas,componen mayormente la ilustración.Además de fotos del día de la presentación.












1 comentario:

  1. Texto que corresponde a la primera página del libro,"Quesada,un sueño.
    LA LLEGADA
    Como la espuma aparece en la cresta de la ola, igual que Soraya se ofreció a los ojos de Muley Hacén una radiante mañana en el palacio la Alhambra, Quesada destaca de pronto ante el viajero, como por arte de la magia que inunda aquellos parajes, en un recodo del camino, al término de uno de los muchos repechos que jalonan la carretera.
    Espléndida, encantada y encantadora, blanca entre el frondoso verde de la masa boscosa, el ocre oscuro de los macizos que la circundan y el azul intenso de un cielo que transmite confianza hasta cuando se vuelve gris porque parece enojado; plena de historia y no exenta de leyenda, mimada por los romanos, visigodos, musulmanes y cristianos, pueblo pero también villa y ciudad, con ese atractivo natural que sólo los rincones elegidos pueden mostrar.
    Altiva entre los montes y humilde en su ubicación terrena, orgullosa tanto de su pasado como de su presente pero sencilla en la hospitalidad; generosa y acogedora, deseosa de mostrar sus encantos.
    Llegar a Quesada es como traspasar una puerta que nos lleva al pasado, a la medina medieval sobre todo con sus calles tortuosas y sus arcos milenarios, pero sin abandonar el presente, que puede disfrutarse en sus modernas plazas o en el museo dedicado a uno de sus hijos más ilustres y queridos.
    No resulta fácil expresar las emociones que se agolpan en el visitante sensible cuando se hace consciente del pasado espléndido de este lugar y menos aún a medida que va adentrándose en los rincones urbanos que atesora y los parajes naturales que lo rodean.
    El rumor del agua es una música permanente, composición alegre y bulliciosa que acompaña durante casi todo el paseo; el variado colorido de sus edificios modernos contrasta con el monótono pero brillante monocolor de los restos que en buen estado se conservan de siglos pasados; las empinadas cuestas del casco histórico más antiguo conviven, en peculiar sintonía, con los amplios espacios llanos de las zonas de expansión, en las que abundan los jardines.
    Y por si todo eso no fuese suficiente, el sol ofrece en su despedida un intenso piar de pájaros que revolotean nerviosos antes de refugiarse en las ramas de los frondosos árboles y la llegada de las sombras transmite una sensación de sosiego que se convierte en paz interior, premonitora de un relajado descanso para recuperar fuerzas antes de sumergirse de nuevo en el disfrute de la visita.

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